Que una empresa ofrezca oportunidades de crecer como profesional también es un ejemplo de retribución emocional. Además, es una inversión de futuro. Una compañía que forma a sus empleados está apostando por el trabajo bien hecho y por el crecimiento personal y profesional de su plantilla. Si esto se une a otros beneficios, es una oportunidad perfecta para fidelizar a tus empleados y aumentar su productividad.
Salario o retribución emocional: es un concepto asociado a la retribución de un empleado en la que se incluyen cuestiones de carácter no económico, cuyo fin es satisfacer las necesidades personales, familiares y profesionales del trabajador, mejorando la calidad de vida del mismo, fomentando un alto sentido de pertenencia a la empresa donde labora.
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